Cómo el upcycling cambió mi vida
De ropa vieja a creaciones únicas
Ivana Ladner
10/27/20243 min read


Introducción
¿Alguna vez te has sentido sin rumbo, con ganas de hacer algo pero sin saber por dónde empezar? Dejame contarte mi historia. No hace mucho, estaba desocupada, sin ahorros y con poco más que una vieja máquina de coser doméstica, montones de ropa usada y unas ganas inmensas de expresar mi creatividad.
El comienzo de todo
Desde que era niña, la costura siempre me llamó la atención. Mi mamá compraba revistas como Burda y otras similares, y yo me perdía entre patrones y diseños, soñando con crear mis propias prendas. Pero, siendo sincera, nunca se me dio bien. Le echaba la culpa a que soy zurda; en aquellos tiempos, las tijeras para zurdos eran una rareza, o al menos yo no las conocía. Cortar telas y coser a mano se me hacía un mundo, y a quienes intentaban enseñarme también se les complicaba. Mi mamá se volvía loca tratando de enseñarme a tejer crochet, pero al final, frustrada, decidí dejar de lado los bordados y tejidos. Preferí irme a jugar y perseguir a mi hermano mayor por el pueblo.
Redescubriendo la costura
Ya de adulta, hice un curso de corte y confección para poder hacer los vestidos de danza de mi hija mayor. Fue ahí cuando descubrí que, en realidad, sí podía coser. ¡Y vaya descubrimiento! Pero fue varios años después cuando todo cobró sentido. Mi hija me pidió que le hiciera unas fundas de almohadón para una amiga con poco presupuesto. Le propuse hacerlas desarmando ropa vieja que ya nadie usaba: esas prendas fuera de moda o manchadas que estaban destinadas a la basura.
El primer bolso y la chispa creativa
Para ese entonces, yo ya venía acumulando cierres de mochilas viejas, tachas, herrajes, reguladores de bolsos antiguos y otras cositas que pensaba que algún día podrían servir. Entonces, mi hija mayor me pidió que le hiciera un bolso con unos jeans viejos. Con mi máquina de coser doméstica y esas ganas de crear algo único, me puse manos a la obra. Para mi sorpresa, ¡el bolso quedó hermoso! No podía creer que con tan poco hubiera creado algo tan especial.
Compartiendo mi pasión
Dos compañeras de la facultad de mi hija vieron el bolso y les encantó. Me pidieron que les hiciera uno a cada una. Me trajeron sus jeans y camisas que ya no usaban, y con esas telas y los herrajes que tenía guardados, les confeccioné dos bolsos únicos. Me inspiré en videos y fotos que encontré en internet, pero también le puse mi toque personal. Así fue como Ivana Ladner Upcycling vio la luz.
La frase que lo cambió todo
En medio de todo este proceso, me topé con una frase de Theodore Roosevelt que resonó profundamente en mí: "Haz lo mejor que puedas con lo que tengas, donde estés." Esa frase se convirtió en mi mantra. Estaba desocupada, sin un peso en el bolsillo, pero tenía mis manos, mi máquina de coser y montones de ropa usada. ¿Por qué no intentar hacer algo con todo eso?
Conciencia ambiental y creatividad
Me impactó descubrir que hay montañas de ropa, mucha de ella sin usar, acumulándose en basurales a cielo abierto, como en el desierto de Atacama. Pensé en cómo podía aportar mi granito de arena para cambiar eso. Así que decidí que mi proyecto se basaría en usar la menor cantidad de material nuevo posible; la mayoría de las cosas que utilizo son reutilizadas. No solo estaba creando piezas únicas, sino que también estaba ayudando al planeta.
Un llamado a la acción
Me di cuenta de que la moda tiene un poder increíble para generar un cambio positivo en cómo consumimos. Si todos nos animáramos a reflexionar cuando decidimos comprar ropa, a reutilizar, reciclar y dar una segunda vida a las cosas, podríamos reducir significativamente el impacto ambiental. Quiero invitarte a que explores tu creatividad, a que mires a tu alrededor y veas el potencial en cosas que otros considerarían basura.
Conclusión
Mi viaje con el upcycling ha sido una montaña rusa emocionante. Pasé de estar desocupada y sin rumbo a encontrar una pasión que no solo me llena el alma, sino que también contribuye a un mundo más sostenible. Si algo he aprendido es que, con ganas y un poco de creatividad, podemos hacer grandes cosas.
Así que ya sabes, haz lo mejor que puedas con lo que tengas, donde estés. Nunca sabes dónde te puede llevar esa chispa de inspiración.
¡Gracias por leer mi historia! Si te ha inspirado, te animo a que te unas al movimiento del upcycling. Con tu creatividad y lo que tengas a mano, puedes hacer una gran diferencia. Juntos, podemos construir un futuro más sostenible y lleno de estilo.